El fenómeno OVNI tan comentado y a la vez tan olvidado como pieza importante en nuestra realidad, es a la vez uno de los puntos más intrigantes y uno de los más peligrosos.
Coincidí con una colega en una conversación que nos llevó a su testimonio personal del tema y además me dio su permiso para publicar su testimonio con respecto al tema, en "Norte Misterioso".
El tema de la vida
extraterrestre me encontró desde niña. Digo me encontró, porque llegó sin esperarlo
y yo sin buscarlo cuando tenía más o
menos como 8 años.
Mi encuentro con
ellos fue en pleno campo; durante una noche de primavera. Estábamos junto a mi
madre y hermana sentadas en el patio de la casa de mi abuela (en San José de
Algarrobo-V región); cuando mi madre nos pregunta: ¿qué es eso que se ve en el
cielo? Las tres miramos hacia la dirección que nos indicaba mi madre, y
efectivamente, había un objeto que tenía muchos colores en movimiento
(amarillo, verde, azul, rojo y blanco). Este objeto se acercaba y se alejaba,
hasta que mi hermana dio un grito de miedo y el objeto se alejó con un
movimiento rápido.
Así, se arraigó en
mí la idea de la vida y la existencia de otros seres en el gran e infinito
universo, eso sí, esta idea estaba
alejada de la ciencia ficción, ya que yo les daba una explicación casi
espiritual….
Mi segundo
encuentro fue en el año 2007, en el camino de Tacna-Perú hacia la ciudad de
Arica- Chile, aproximadamente, como a las 10:30 de la noche. Esta vez veníamos
junto a mi esposo, suegra, cuñada y una anciana de mi comunidad cristiana. Mi
esposo (hasta la fecha escéptico), se fijó en una especie de triángulo de
muchos colores: ¿qué es eso?, preguntó; y yo, que ya había tenido mi encuentro,
muy tranquilamente le contesté: ES UN OVNI.
Decidimos parar el
vehículo, lamentándonos de no andar con una máquina o algo, y pudimos observar
el objeto (que estaba detenido) a nuestras anchas hasta que él decidió perderse
entre los cerros. Estábamos emocionados y comentábamos nuestro encuentro.
Después de un rato,
les comenté que estás “naves”, cuando
eran muy grandes, nunca andaban solas, sino que mandaban una especie de sondas;
estábamos en esa conversación, cuando vimos aparecer del otro extremo de la
carretera, justamente una esfera plateada. Nos embargó una especie de
incertidumbre e inclusive miedo, cuando de la esfera salió un tipo de luz
alógena (estaba frente a nosotros). Mi esposo no sabía si parar el vehículo o seguir. Yo le aconsejé seguir,
pero muy despacio. La carretera, como nunca, estaba vacía. Realmente nos dio
miedo y no sabíamos que hacer. Toda la anterior excitación del primer
encuentro, se fue.
Estuvimos así como
unos 5 minutos, hasta que desapareció.
No volvimos a tocar
el tema durante el viaje. Nos quedamos mudos y mucho tiempo después comentamos
¿qué fue lo que vimos? Mi marido creyó y yo confirmé mis teorías de otras
vidas, aparte de las nuestras, dentro
del universo.
Milca Reyes Parra.