La famosa parálisis del sueño era entendida como un ataque demoniaco, una simple pesadilla o un castigo divino.
Esta situación se refiere a la sensación de despertar, pero algo te impide moverte, te sientes aterrado.
Personalmente viví esa situación desde los 12 años, pasé varias semanas en casa de mi abuela (Arica), junto a mi madre (Por que ella estaba delicada de salud) y mi hermanita (Mi padre estaba en Iquique trabajando), en una de las primeras noches durmiendo algo me despertó levemente, sentí que alguien se sentó en mis piernas, traté de incorporarme, pero algo se abalanzó sobre mí y me inmovilizó. Desde esa vez, este aterrador hecho se repitió muchas veces, pensamos que era una pesadilla, no se le dio mayor importancia.
En la actualidad se le ha dado una explicación científica, le dicen la parálisis del sueño, que sucede cuando tu cuerpo y tu mente están en un estado entre despertarse y estar dormidos. Esto es bastante natural pues sucede mientras estás en la fase del sueño conocida como REM (Rapid eye movement, rápido movimiento ocular), el periodo donde la mayoría de los sueños ocurren. Entonces es posible que todo esto sea parte de un sueño, y que no tienes demonios atormentándote por las noches y robando tu energía, PERO...
... Utilizando la biblia como documento histórico y verídico, veo que las enfermedades se pueden deber a dos razones, una por causas típicas de nuestro cuerpo (Razones biológicas como lo del sueño REM) y dos: Por razones demoniacas, en la biblia vemos a Jesús sanar a un muchacho que el padre decía que tenía un demonio, pero esas características se relacionan con la epilepsia, si leemos bien Jesús reprendió a un demonio, en otras ocasiones Él se dirige a la enfermedad, no a un demonio. Entonces, es posible que muchas enfermedades sean de origen biológico, natural, y muchas otras veces sea de origen espiritual (demoniaco).
Jesús sana a un muchacho endemoniado (Marcos 9).
17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,
18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.
19 Y respondiendo él, les dijo: !!Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.
20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.
21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.
22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.
23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.
27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.
Además, esa supuesta pesadilla que me agobió y aterró durante mucho tiempo, un día, mejor dicho una noche, fue desenmascarada.
Estaba durmiendo, soñando con guerra espiritual, es decir, orando y reprendiendo demonios, en el sueño, de re ojo veía el rostro del demonio, fue entonces cuando desperté, muy rápidamente, fue ahí cuando vi a los pies de mi cama una silueta con figura humana agacharse escondiéndose detrás de un mueble, estaba oscuro, obviamente quedé asustado, pensé en pararme rápidamente para prender la luz, pero a penas lo intenté esa sombra se abalanzó sobre mí, nuevamente quedé paralizado, sin poder gritar, aunque en mi mente clamé a Dios "Dios cúbreme con la sangre de Jesucristo" esa cosa inmediatamente huyó y fui liberado.
Es muy astuto el diablo al engañar a los humanos con situaciones que pueden ser muy similares a enfermedades o condiciones típicas de nuestro cuerpo como lo es la parálisis del sueño, estamos ante una realidad que debe ser entregada al conocimiento público.
Jesucristo no es una religión, hay toda una guerra cósmica donde el alma de cada ser humano es el último campo de batalla. Pero esto requiere investigación, requiere de una búsqueda sincera intelectualmente, a veces me he topado con personas que dicen "Yo no necesito leer nada más" "Yo ya sé cómo es la realidad, no necesito buscar más" qué engañados están; nunca dejemos de aprender, nunca dejemos de leer y analizar.
